Hasta hace unos pocos años era extraño oír hablar sobre los valores de una organización, estábamos acostumbrados a hablar de valores en el ámbito de las personas. Hoy en día, la mayor parte de las empresas, recogen en su web, memoria e incluso en su información comercial dirigida a sus clientes, y ofertas de trabajo, cuáles son los valores de la organización.

Pero, ¿A qué nos referimos cuando hablamos de valores de una empresa? Nos referimos a los principios, filosofía y pautas que deben regir la actuación de la empresa, y por lo tanto de todas las personas, directivos y trabajadores que forman parte de esa empresa.

No olvidemos que aunque a veces pensemos en compañías o grandes organizaciones como “entes” de grandes dimensiones, multinacionales, que actúan en otro nivel muy lejano al nuestro, estas grandes compañías, al igual que todas las empresas, están compuestas por personas y son las personas las que marcan los objetivos, las estrategias y las líneas de actuación para conseguir esos objetivos. Así que son personas las que establecen con qué principios y valores los dirigentes y trabajadores deben actuar en nombre de la empresa.

Definir los valores de las empresas es una forma de humanizarlas, de dotarlas de alma, de acercarlas a sus potenciales clientes, consumidores y a la sociedad.

Definir los valores de la organización y darlos a conocer, aporta transparencia y confianza a todos aquellos interlocutores y “stakeholders” que se relacionan con la empresa. Por ello es esencial, que las actuaciones de la organización y personas que la representan sean siempre coherentes con los principios definidos y comunicados a la sociedad, en caso contrario la empresa perdería credibilidad y la posible confianza del mercado en general.

Los valores son, por lo tanto, un compromiso ético voluntario por el cual las organizaciones se inspiran al momento de pensar en sus clientes y en su entorno.

Hay valores que aunque puede estar bien recoger en la definición de la organización, el mercado puede darlos por supuesto y hoy en día, no suponen una aportación de valor añadido para los clientes y la sociedad en general. Es el caso por ejemplo de legalidad. Damos por supuesto, que las compañías actúan siempre dentro de la legalidad (aunque a veces las noticias nos confirmen que no siempre es así), pero es una premisa de la generalmente partimos.

Por ello, a la hora de definir los valores de la empresa, es importante seleccionar aquellos que realmente aporten valor e información relevante sobre nosotros, a los clientes y mercado en general. Deben ser aquellos con los que se identifique claramente a la empresa y la hagan casi única frente a otras empresas del sector. Ello ayudará a posicionarla en el mercado y a diferenciarla de sus competidores.

En Independencia Centro de Negocios, hemos puesto en el centro de nuestra actividad y estrategia a las personas y así lo hemos querido recoger en nuestros valores de empresa que recogemos en nuestra web:  https://www.independenciacn.com/somos-y-hacemos/

1.- Compromiso: Queremos ser parte de tu equipo y tu proyecto.

2.- Innovación: Nos adaptamos a las nuevas condiciones de un entorno dinámico y en permanente cambio, innovando en tecnología, comunicaciones, espacios y servicios.

3.- Bienestar: Nos esforzamos día a día por procurar a clientes y trabajadores un espacio de bienestar físico y emocional, que estimule la motivación, el optimismo, la felicidad y, en definitiva, la productividad laboral.

4.- Visibilidad: Aquí encontrarás la visibilidad que tu negocio precisa.

5.- Acompañamiento: Estar a tu lado, crecer y celebrar tus éxitos.

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